Si nos preguntamos por qué fracasan muchos estudios de investigación a pesar de haber seguido las indicaciones de cada etapa es porque existen los errores en estos estudios como en cualquier situación cotidiana. Estos errores pueden dividirse en errores aleatorios y errores sistemáticos.
Errores aleatorios: Son aquellos debidos al azar. Estos se producen cuando se trabaja con muestras de población ya que no son 100% fiables.
Existen medidas para controlar estos errores y estas medidas pueden dividirse en tres fases. En la primera se calcula el tamaño mínimo de la muestra de población necesario para que los datos de la investigación no tengan diferencias significativas con la realidad, en la segunda fase se realizan test o hipótesis que comprueban que dos variables que hemos relacionado tienen sentido, por ejemplo edad-riesgo de cáncer. Y por último en la tercera fase se calculan intervalos de confianza para las estimaciones obtenidas. Los intervalos de confianza son los par de intervalos en los que se encuentra el dato.
Errores sistemáticos: Debido a los sesgos y a las actuaciones del investigador. Estos a diferencia de los primeros son evitables. Existen diferentes tipos de sesgos que nos llevan al error:
Sesgo de selección: Por una mal selección de la muestra.
Sesgo de calificación: Por una mala clasificación de un sujeto.
Sesgo de confunsión: Solo se comete si se realiza un test de hipótesis, al contractarse dos datos y uno de ellos no se ha estudiado.
¡Estos son todos los errores que podemos cometer a la hora de realizar una investigación, siendo cuidadosos y metódicos no tenemos por qué cometer ningún error grave y realizar así un buen trabajo de investigación! ¡Hasta la próxima!
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